En la balacera murieron cinco elementos de la Gendarmería Nacional. Foto: unionjalisco.mx

Por Teódulo Pineda Bahena/ Jalisco.-Desalentadoras palabras del titular de la Fiscalía General de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velazco, para la mayoría de los jaliscienses, al referirse al enfrentamiento que se registró en Ocotlán el pasado 19 de marzo por la noche, donde fallecieron 11 personas, seis de ellas civiles (cinco hombres y una mujer) y cinco integrantes de la Gendarmería mexicana.

“La gente común puede salir a las calles, puede hacer su vida normal, el riesgo es éste, que se encuentren en medio de un enfrentamiento y pues pierda la vida, como hoy la perdieron cuatro personas inocentes”, expresó Nájera.

Sin embargo, los decesos de civiles fueron seis y se aseguró que ello se debió a que quedaron en el área de fuego cruzado entre los elementos de la Gendarmería y los sicarios del crimen organizado que presuntamente los emboscaron.

Sobre los detalles del enfrentamiento, para nuestros lectores que no están al tanto de estos hechos, de acuerdo a versiones oficiales, siete vehículos de la División de Gendarmería de la Policía Federal llevaban a cabo un patrullaje de vigilancia en la colonia La Macota de la localidad de Ocotlán a eso de las 21:30 horas del 19 de marzo pasado. Cuando una unidad se emparejó con un vehículo de color blanco, estacionado, y de forma sorpresiva uno de los ocupantes salió haciendo fuego en contra de los uniformados con un arma larga de grueso calibre.

Se relata que de inmediato, el resto de los elementos buscaron protección a los costados de sus vehículos para repeler la agresión, pero rápidamente fueron copados por más de una decena de camionetas de las que un número indeterminado de pistoleros les agobiaron con ráfagas de armas de diferentes calibres.

Afirman que el tiroteo tuvo una duración aproximada de una hora y tras de esto, los agresores se dieron a la fuga dejando un saldo de cinco gendarmes muertos y tres civiles heridos (según el informe inicial) que al paso de las horas llegaron a ser cinco hombres y una mujer. Aunque se afirmaba que tres eran presuntamente sicarios, esto no fue confirmado posteriormente.

Este hecho fue el que originó el comentario del fiscal de Jalisco, quien afirmó que “cuando se trabaja combatiendo a la delincuencia se corren ese tipo de riesgos, no podemos permitir que la delincuencia opere libremente, el costo son situaciones como éstas.”

El fiscal se mantiene en el cargo desde que fuera gobernador de la entidad Emilio González Márquez, de extracción panista y para muchos, el desempeño durante ese periodo no fue sobresaliente pues las redes de la delincuencia se fortalecieron y se registraron conflictos muy delicados que nunca fueron aclarados totalmente como fue el caso de diferentes enfrentamientos en la región de Los Altos.

De forma sorpresiva, Aristóteles Sandoval, gobernador actual de extracción priísta, lo ratificó en el cargo y en lo que va de este nuevo periodo, el funcionario sigue sin generar con éxito las condiciones de seguridad para la ciudadanía, ni ha esclarecido un gran número de acontecimientos trágicos que han conmovido a la sociedad.

Algunos de estos dramáticos casos es el de ocho jóvenes desaparecidos de Lagos de Moreno, el caso de un estudiante del CU de los Lagos encontrado muerto en un suburbio de Guanajuato presuntamente al caer de una barda cuando intentaba robar, el secuestro y asesinato de un diputado, los asesinatos y atentados en contra de presidentes municipales que en resumidas cuentas son considerados como hechos aislados.

En Ocotlán, Jalisco, una madre llora aún el sacrificio de un niño de 14 años que murió en medio de la balacera y reza por la recuperación de su esposo quien resultó gravemente herido. Y el resto de los jaliscienses, seguramente encomendados a una protección divina pues la sentencia sobre su seguridad ya está dada por su máxima autoridad.

 

 

*Vía: losangelespress