Revisando el contenido del 2º informe de Juan Salvador Montoya Moya, entre otras cosas nos encontramos que en el delicado rubro de la seguridad pública, reconoce que “sin duda alguna es el más importante para la ciudadanía”, asimismo que “en este año la situación de seguridad de la población se violento”, incluso dice que “la delincuencia organizada se arraigó dentro del territorio municipal”.

Ahora bien, según el planteamiento de solución vertido por Montoya para combatir el flagelo, dijo que tomó “medidas drásticas”, si por drástico entiende que enviar a todos sus policías al Centro de Control de Confianza como lo aseguró lo es, eso es una dorada de píldora, toda vez que  dicha medida no fue opcional, fue por decreto y obligadamente a fuerza, así es que no los envío por iniciativa propia, sino porque así se lo ordenaron.

Dentro del mismo rubro, reconoce que tuvo que depurar o correr a los malos elementos que se vieron involucrados en conductas anti-sociales, de corrupción y maltrato a la ciudadanía: ahora le preguntamos; cuantos procedimientos administrativos se iniciaron por estos motivos, y cuáles fueron las sanciones? Además en su informe anual debió mencionar cuales fueron las faltas, omisiones o delitos en los que su gente incurrió según lo dijo. De antemano sabemos que al menos 10  policías actualmente están involucrados en varias carpetas de investigación por delitos que van desde el abuso de autoridad, hasta el robo, incluyendo al propio comisario, a quien le auguramos que no va a salir bien librado de los problemas legales que trae a cuestas.

En el informe el edil también mencionó que para mayor seguridad contó en este año con el apoyo de la policía federal, la del estado, la marina y el ejército mexicano (solo le faltó la DEA) finalmente con todo y eso las cosas siguen igual, los delincuentes solo bajaron el perfil, dejaron de “calentar” la plaza, pero ahí están, sabemos que Montoya tiene la información. Al respecto; la presencia de los elementos que componen las Bases de Operaciones Mixtas (BOM) no han pasado de ser solamente un factor que causa temor entre la ciudadanía especialmente entre las mujeres y los niños, a los delincuentes “les pelan los dientes”, su aparición en el territorio municipal lejos de ser determinante para la erradicación o siquiera el control de la delincuencia, es solo un elemento más que no tiene efecto positivo alguno. Aclaramos, sí es efectivo para engañar a quienes no conocen del tema, y por lo que se nota Montoya se encuentra dentro de esos.

El munícipe también aseguró haber dado de baja al 28% de los policías, es decir: de los 90 que aproximadamente tenia, se quedó con algo así como 65 para una población que rebasa por mucho los 70 mil habitantes, aludiendo que ha contratado personal (polis) de Teoloyucan, que cubren los requisitos, y para que reciban capacitación en el manejo de armas. Al respecto nos preguntamos; y la capacitación para respetar los derechos humanos, esa es una de las principales armas que deberían de tener en la mente, al igual que sus jueces de barandilla, entre otros de sus súbditos.

En su discurso Montoya se vanaglorió de haber instalado 12 cámaras de video vigilancia en supuestos puntos estratégicos, las cuales como dijo pomposamente las controlan desde el “C2” dentro del palacio municipal: Al respecto le comentamos por si no lo ha notado, que las cámaras que se ubican contra esquina de la entrada a las Animas por la Avenida 2 de Noviembre, sobre la carretera Puente Grande-Coyotepec, ya están con “el pico” pa´bajo, incluso falta una, claramente se nota que no están activas.

Por cierto, en el rubro de las videocámaras supuestamente llevó a cabo una inversión por la cantidad de de $ 2’618,639.04 (dos millones seiscientos dieciocho mil seiscientos treinta y nueve pesos 04/100 M.N.) cifra que es muy elevada para las características del equipo que adquirió, el cual a simple vista se nota de pésima calidad.

 

(Parte1 de varias)