Una fosa común con los cadáveres de al menos 230 miembros de la tribu suní Al Shaitat, rival del grupo yihadista Es-tado Islámico (EI), fue hallada hoy en el pueblo de Al Keshkie, en la provincia no-roriental siria de Deir al Zur, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

No obstante, el Observatorio advirtió hoy que al menos mil personas podrían haber muerto.

Con este descubrimiento en el desierto de Al Keshkie, en el este de Deir al Zur, asciende a novecientos el número de miembros de ese clan fallecidos a manos del grupo yihadista, bien en ejecuciones o en combates.

Cientos de ellos fueron decapitados por los extremis-tas, que consideran a los integrantes de Al Shaitat infieles por haberse enfrentado al EI.
El hallazgo de la fosa coincide hoy con el regreso a Al Keshkie de algunos civiles de esa tribu, después de que el EI les permitiera retornar tras pactar un acuerdo con los ancianos de la zona.

Los vecinos han podido volver tras registrar los nombres de todos los varones adultos ante el EI, entregar sus armas y aceptar una serie de restricciones.
Acuerdos similares se han alcanzado en las últimas semanas en poblaciones de esa área donde habitan los Al Shaitat, como la localidad de Granich.

En las dos primeras semanas de agosto el EI ejecutó a más de 700 miembros del Al Shaitat, la mayoría civiles, en Granich, Abu Hamam y Al Keshkie, después de que su control cayera en manos de los radicales.

Esta fue una de las pocas tribus árabes suníes que se opuso al avance del EI en la provincia de Deir al Zur en julio pasado.
, un mes después de que proclamara un califato en Irak y Siria.

Actualmente, los yihadistas dominan casi toda la provincia, excepto algunos barrios de su capital homónima y el aeropuerto, en manos del régimen sirio.

 

 *Agencias