Ciudad de México.- Las violaciones de derechos humanos que ocurren en México, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la ejecución de al menos 15 presuntos delincuentes en el llamado “Caso Tlatlaya”, tienen una conexión directa con la impunidad en la que quedaron los crímenes de la llamada “guerra sucia”, señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el informe sobre su 153 periodo de sesiones —realizado del 23 de octubre al 7 de noviembre del año pasado—, el organismo hizo un análisis de diversas problemáticas de derechos humanos en el continente, y en el caso de México destacó en primer lugar la impunidad de los abusos ocurridos tanto en décadas pasadas como en la actualidad.

Al abordar el tema de la extinta Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) —creada en 2002 por iniciativa del entonces presidente Vicente Fox y desaparecida en 2007—, la CIDH indicó que varias organizaciones de la sociedad civil lamentaron que el cierre de dicho organismo se llevó a cabo “sin justificación” y sin haber cumplido su mandato de investigar los crímenes de la llamada “guerra sucia”.

En respuesta a ello, el Estado mexicano admitió que los resultados de la Femospp fueron “muy limitados” y aseguró que está trabajando en la reconstrucción de la indagatoria, dándole prioridad a la búsqueda de las víctimas de desaparición forzada. Igualmente, reconoció la existencia de “fallas estructurales profundas” en el sistema de impartición de justicia.

Con respecto a este tema, la CIDH manifestó que existe una “conexión” entre la impunidad por los crímenes de la “guerra sucia” y los “trágicos acontecimientos sufridos recientemente en el país”, y lamentó que a la fecha sólo exista una sentencia condenatoria por los delitos ocurridos en décadas pasadas, la cual ni siquiera se ha ejecutado por la avanzada edad del imputado, en alusión al ex presidente Luis Echeverría.