Claus Gomez 

Nunca te  has  puesto a pensar,  la  importancia  que  toman  los puentes  cuando estos  ya  no están o cuando  están  rotos  y  ya no se  les puede  usar??

Pues mira…. Existe una cantidad impresionante de puentes, cortos y largos, anchos y estrechos,  seguros e inseguros, caros y  económicos, viejos y nuevos, bonitos y feos, etc… Pero  todos  tienen  algo en común: Sirven para  unir  dos  orillas.

Atravesándolos uno siente que de alguna manera uno lleva  un mensaje  al  otro lado. Si  analizamos, nosotras las personas  estamos llamadas a ser  puentes y de  alguna manera facilitamos   encuentros, para superar aflicciones, para estimular el perdón, para enamorarte o hacer que alguien se  enamore,  en fin en  fin para  muchas cosas más: pero sabes…. hacerla  de  puente  a veces cuesta, amores, amistades,  familia, etc. Pero  eso  si  cuando  da  resultado positivo, la gratificación es  tan grande  que  te  olvidas  de todo lo que  tuviste que  pasar por hacerla de  puente.

Recuerdo  que  en una ocasión  alguien me dijo….. Quiero ser para  ti como un puente  sobre  el  río.  Pero  yo no lo entendí, es  mas  para  ser  sincera hasta lo tache  de  cursi,  ridículo y  loco (que cosas  no),  tiempo  después  por  cosas  de la  vida   tuve que  quedarme  unas  horas   varada  en un puente y  parada  ahí  viendo  hacia  el  río  recordé esas palabras que me habían  dicho  y  me puse  a reflexionar el por qué  de  ellas y que  sentido  podría  tener, fue  cuando  descubrí que….

Del  lado  de  aquí está  tu  hoy.  Del lado  de  allá está tu mañana.   Que entre  los  dos lados,  el  río es  la vida  corre  sin parar,   a veces  sereno, a veces  turbulento, a veces  traicionero a  veces  profundo  y  revuelto y la mayoría de las  veces  ni cuenta te das  de  lo que  pasa y  si lo haces  ya  es  demasiado tarde  para  corregir  lo que  has  hecho porque  ya no puedes pasar  ese puente  nuevamente para  corregir  lo realizado. Pero irremediablemente es necesario atravesarlo, para  poder  continuar.

Cuando lo  estás  haciendo, te gustaría  ser Dios o al menos intentar serlo para poder  llegar  al otro lado   con seguridad   y sin cometer  errores o lastimar  a alguien,  pero saben: Solo él puede llevarte  con seguridad al otro lado. Y sientes que  alguien te  dece.. yo quiero ser  el puente  que haga  más  fácil  tu  travesía,  y si crees que no es bueno pasar, solo usa  mis hombros, si  me  balanceara  no tengas temor que  ahí estaré yo  y  jamás  te  dejare caer.

En la  vida Dios  siempre  nos coloca a alguien  (o el  mismo) en el camino para  ayudarte a  cruzar el  río,  así que  no dudes  en utilizarlo y cuando llegues déjalo si quieres. Si  lo entiendes,  déjalo  donde  está, por que otros pasaran  al igual que yo pasé….

Pero el siempre quiere que  continúes   tu marcha…  así que  adelante y no pares.