Por  Marco A. Márquez

Los ojos de millones  de  habitantes de la ciudad de México, están puestos en la pluma de Miguel Ángel Mancera, ya que, tras haber ganado de manera histórica, el cargo de Jefe del Distrito Federal, hoy lleva a cuestas grandes retos que representan un factor importante para la nueva forma de hacer política en nuestro país; En su persona se recaen compromisos ciudadanos de altas expectativas, y que conllevan las decisiones que deberá tomar al poner en la lista a las personas que lo acompañaran en su deber para este importante cargo.  No debe ser nada fácil el análisis que empleara para determinar quienes compartiran el compromiso de gobierno que se estableció durante su campaña. Aunado a ello,  Mancera representa tres importantes aspectos que lo diferencian de un político y  que si se evalúan, podrán servir como un parámetro determinante para la proyección y  generación futura de los aspirantes a representantes populares de los partidos políticos. Estos aspectos que lo distinguen son:

Representa de manera propia a la ciudadanía ya que, no obstante de haberse postulado por un partido político determinado, su formación y trayectoria profesional no estaba vinculada con grupos de poder, hasta antes de ocupar cargos políticos.

Su franca y fresca forma de ser y de tratar a sus colaboradores y ciudadanos, hace pensar que seguirá la misma sinergia que aplico al dirigir una de las áreas más sensibles en la ciudad más poblada de nuestro país, esto es; llevará a cabo una verdadera política de puertas abiertas, dando pie a buscar una mayor participación ciudadana.

Su triunfo contundente lo compromete a impulsar las acciones que garanticen una verdadera satisfacción ciudadana, aplicando estrategias sustentables que brinden certidumbre  sobre la transparencia en el uso y destino de los recursos que tendrá su gobierno.

En resumen, podemos decir que hoy los ojos de millones de gentes están puestos en la mano que porta la pluma de Miguel Ángel Mancera, un Abogado que soñó con el hecho de impartir la justicia por igual hacia a todos, hoy  tiene la oportunidad, de demostrar cual valiosa es la determinación que uno se propone para lograr los objetivos trazados, preservando la ética publica, el compromiso ciudadano, la responsabilidad y sobre todo la honradez. Me despido con mi frase cotidiana. 

“Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos.”  Thomas Carlyle (1795-1881) Historiador